Cuando hablamos de sostenibilidad en el transporte de carga, muchos piensan en camiones eléctricos o híbridos. Sin embargo, hay un factor igual de importante: los hábitos del conductor.
Pequeñas acciones al volante, multiplicadas en miles de kilómetros, tienen un efecto enorme en el medio ambiente y en los costos operativos.
Acciones sostenibles que hacen la diferencia:
- Mantén una velocidad constante: Evita aceleraciones bruscas que aumentan el consumo.
- Revisa la presión de los neumáticos: Una llanta mal inflada incrementa el gasto de combustible.
- Apaga el motor en esperas largas: El ralentí prolongado es un enemigo invisible.
- Planifica rutas inteligentes: Menos kilómetros recorridos = menos emisiones.
- Cuida los mantenimientos: Un camión en buen estado es más eficiente y seguro.
Conclusión:
La sostenibilidad no siempre requiere grandes inversiones. A veces basta con que cada conductor asuma su papel como agente de cambio. Con hábitos sencillos, podemos tener un transporte más responsable y competitivo.